PRÁCTICA DE VALORES EN LA FAMILIA


Para que la vida familiar sea grata, armoniosa y estable es muy importante que cada uno de los miembros comparta y practique los mismos valores, virtudes morales y sociales, a partir del amor conyugal que se profesan los padres, porque éstos constituyen la base de la familia y de su amor mutuo y de su relación armónica dependen en gran medida el bienestar presente y futuro de la familia.

1.      CONCEPTO DE VALORES
               Son determinados comportamientos concretos e individuales que rigen la vida de las personas.
Para que las familias se fortalezcan en armonía es necesario que sus miembros cultiven y descubran los verdaderos valores, ayudando a reconocer sus propias cualidades, que velen adecuadamente por su bienestar y seguridad y logren superarse.
Los valores que hacen posible la convivencia familiar son: el amor, el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la solidaridad, la cooperación, la obediencia, la honestidad, la lealtad, el compañerismo y el diálogo.

A)  AMOR
Es el sentimiento profundo que se manifiesta a través de expresiones de cariño entre los miembros de la familia.
Cuando hay amor, se permite el diálogo, la familia se identifica mutuamente, mediante la colaboración, ayuda, consejo desinteresado, comparten penas y alegrías y se orientan hacia metas comunes.

         Podemos distinguir:
a)  Amor Conyugal: Cariño que se profesan los esposos y por su valor y virtud es la base de la familia.
b)  Amor Filiar: Sentimiento de cariño que tienen los hijos hacía los padres.
c)   Amor Fraternal: Es el cariño, compresión entre los hermanos.
B)  RESPETO
El respeto dentro de la familia, es una jerarquía de valores que se extiende de padres a hijos y parientes. Cada miembro valora la personalidad de sus mayores y de los menores. El respeto empieza con la consideración por las opiniones e ideas de los miembros de la familia, aunque no estemos de acuerdo con ellos o aún en el caso de que nuestras propias ideas sean totalmente contrarias.
El respeto es una igualdad de consideraciones. Así los niños a su más tierna edad merecen respeto por que la formación de su personalidad es parte de nuestras inquietudes. La madre y el padre merecen respeto de los hijos, y de estos a sus padres. El respeto es pues aquí, la esencia del amor verdadero entre padres e hijos. Ahora donde no hay respeto, no existe una verdadera familia; porque a fin de cuentas, el respeto no es otra cosa que la mínima consideración que se debe a la dignidad de la persona humana.

C)  TOLERANCIA
Es un factor esencial en el desarrollo de la familia. Mediante la tolerancia reconocemos y aceptamos las diferencias que tenemos con los miembros de la familia, aunque estas no sean de nuestro agrado.
Si no hay tolerancia no hay compresión. La tolerancia nos lleva a apreciar activamente las diferencias con los demás y sobre todo, a enriquecer nuestra propia realidad. Si este factor es común en toda la familia, la unidad está garantizada de por vida. Por el contrario, la falta de tolerancia en una familia, el deseo de imponer a todos los miembros en forma ciega y absoluta, puede llevar al fracaso familiar.

D.  RESPONSABILIDAD
Es la obligación moral de cumplir con oportunidad y eficiencia los compromisos contraídos.
         Es signo de responsabilidad:
·    Cumplir con los deberes como padre, madre, hijos, hermanos, cada uno en el rol que le corresponde.
·    Defender nuestros derechos a la vida, trabajo, estabilidad laboral, vivienda, salud, etc.
·    Cumplir con la palabra empeñada.
·    Ser puntuales, porque el retraso altera el ritmo de vida de la familia e impide que otros cumplan sus propósitos.

E.  SOLIDARIDAD
Es identificarse con lo que sucede a una persona, compartir alegrías, tristezas, triunfos, derrotas y brindar ayuda desinteresada cuando es necesario. En nuestro hogar somos solidarios cuando vemos a nuestra madre muy atareada con las labores domésticas, podemos llegar cansados del colegio o el papá de trabajar; en lugar de descansar, tratamos de ayudarnos.
En el colegio, cuando un amiguito falta a clase por algún motivo, y un compañero va a su casa llevándolo el cuaderno para que se ponga al día, es otra muestra de solidaridad.
F.  COOPERACIÓN
Consisten en participar desinteresadamente uniendo esfuerzos para lograr un bien común. En la familia tanto los padres, como los hijos con voluntad, energía e inteligencia trabajan unidos para lograr las metas propuestas. Desde muy temprana edad, se debe inculcar a los hijos la cooperación, empezando por las tareas más simple del hogar, ayudando en el aseo de sus dormitorios y luego cooperando en no votar basura por las calles, esto lo convierte en un ser social al servicio de su familia y de la humanidad.

G.  OBEDIENCIA
Consiste en acatar una orden, mandato o prohibición. Dentro de nuestro hogar pueden ser dadas por nuestros padres, parientes y hermanos mayores. Hay casos en que los jóvenes hacen exactamente todo lo contrario de lo que se dice, generando un conflicto dentro del hogar. Es importante que los mayores sepan dirigirse en tono conciliador de proposición, al pedir algo. Todas las prohibiciones que se hagan a los hijos deben ser fundadas y permanentes, hay que habituarlos desde la más temprana edad a que cosas así se pueden hacer, mientras otras no. Pero tampoco podemos abusar de las prohibiciones si no queremos un hijo rebelde e irritable.

H. HONESTIDAD
Es respetar a todos los miembros de la familia y a sus bienes. No engañar. Decir la verdad. Repudiar todas las formas de corrupción. Mantener una relación de respeto y fidelidad.

I.   LEALTAD
Es ser fidedigno, franco y ofrecer seguridad y certeza en la palabra empleada, es ser atento y respetuoso en la expresión de las ideas.

J.   COMPAÑERISMO
Es ser leal y servicial con la pareja e hijos(as) y con los demás miembros de la familia, con disponibilidad para la entrega. Practicar la amistad y la generosidad.

K.  DIÁLOGO
Consiste en mantener una comunicación permanente con la pareja y con los(as) hijos(as).

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